Pese a las medidas y restricciones ante los panteones al ser cerrados para evitar aglomeraciones y contagios, el altar de la Santa Muerte en el Estado de México estuvo abierto y recibió a cientos de sus fieles. A partir de las primeras horas del día, gente de distintos municipios cerca del Valle de México acudieron al recinto ubicado en la localidad mexiquense de Tultitlán para venerar a esta figura de la muerte. Distintos grupos de personas aparcaron su automóvil para tomarse el tiempo de ofrendar arreglos florales y cantarle Las Mañanitas. Además de la gente, músicos también asistieron para venerar a esta deidad del Valle de México.
“Hoy recibimos a nuestros difuntos y celebramos a la Santa Muerte porque ella viene y acompaña a nuestros fallecidos para que puedan llegar a la tierra y decirles todo eso que no pudimos decirles en vida”, mencionó Crisel Legaria, quien es hermana del fundador del santuario. Esta figura de la Santa Muerte, de 22 metros de altura, causa fuerte impacto ante los visitantes que la admiran por primera vez, mientras que los que ya tienen conocimiento de esta, demuestran un distinguido respeto. De igual forma, muchos de los fieles decidieron llegar durante las primeras horas del día para evitar a la gente que estaba por llegar en las próximas horas, pues de acuerdo avanza el día va en aumento la cantidad de gente que llega a venerar.
“Es grande la cantidad de gente que viene en un solo día, no nos damos abasto para que visiten el altar, por eso hasta el día de mañana lo mantendremos abierto”, contó Crisel. Las normas que decretaron fue que para ingresar al sitio los administradores exigen que los asistentes mantengan el uso de cubrebocas y se permitan una distancia considerable respecto a las normas sanitarias, de igual forma que se les toman la temperatura y les proporcionan gel antibacterial.
